Persistencia y resistencia



Fotografía y gráfica de Paula de Solmihinac; escultura de Juan Luis Dörr

Nuestra vocación por la permanencia tiene diversos modos de manifestarse, por más que, cuando se expresa, lo vital se trastoca en memoria. La fotografía de un suceso lo conmemora, pues ya no existe, ya pasó. Así también, un homenaje, aunque ofrecido en vida, no es sino la anticipación a una pérdida. Dos artistas muy disímiles abordan la ausencia latente de los objetos de sus temáticas en la galería de Isabel Aninat. Paula de Solminihac registra aconteceres cotidianos fotografiándolos en el transcurso de su devenir. Sus protagonistas pueden ser un hielo en proceso de derretirse, una mano que avanza con la traducción de un texto, un paisaje marino que permanece inmutable hasta que lo cruza un velero que luego sigue su derrotero. Con decenas de perseverantes imágenes, la autora construye paneles que, a la manera de "cuadros de honor", dignifican las instancias impredecibles de los sucesos, a la vez que dan cuenta de su inevitable finitud. Más aun, en una serie de caturras enjauladas cuyo registro no tiene ni un antes ni un después aparente, exacerba la inminencia del final al dejarlo en suspenso (al contrario de sus dos atardeceres, prescindibles por evidentes). Como corolario de su propuesta, De Solminihac selecciona de cada conjunto una imagen que, bella y única, certifica el deceso del acontecimiento y lo instala en la memoria.

Juan Luis Dörr, hombre de cordillera a caballo, despliega un homenaje a la montura chilena con una pasión tal que desdobla pliegues inconcebibles para el hombre de llano a pie. Ocupando materiales estrictamente atingentes y agregando hierros de tiro, madera de yugo y cachos de buey, el escultor crea un conjunto de formas que, muy alejadas de la literalidad y el homenaje, manifiestan una intensa emotividad, donde las tensiones deforman los elementos reconocibles para trasuntar esfuerzo antes que sosiego, desafío antes que consumación. Por esta vertiente expresiva se descuelga Dörr para desarrollar una obra original, deslindada ya de su maestro –por más que el metal lo cite–, alejada incluso de monturas y arreos, al punto que, para el hombre de llano a pie, se perfila como un nuevo autor cuya temática es el drama de la vida antes que una evocación reverencial de lo extinguible.

Paula de Solminihac – Juan Luis Dörr
Galería Isabel Aninat
Espoz 3100, Vitacura
Hasta el 13 de diciembre

El Sábado 532 – Arte 341
21.11.08. (para publicar el 29.11.08.)