Generación


Texto para la exposición "Generación" de Miguel Etchepare, galería AFA, Santiago


Britomarte: — ¿Por qué, Safo? El destino es alegría, y cuando tú cantabas aquel canto eras feliz.
Safo: — Nunca he sido feliz. El deseo no es canto. El deseo quebranta y quema, como una serpiente, como el viento.
Cesare Pavese Conversaciones con Leuco


La imagen se explaya desde su pasado; nada que veamos acá está ya vivo como se
vió en algún momento, todo es póstumo. Como los trajes descubiertos al ordenar las pertenencias del difunto, los vegetales conservan algo de su rubor original; como la sangre decantada de los cuerpos muertos, que empardece su color resumida en el fondo de las venas. Miguel Etchepare trabaja de día naturalezas que ilumina vivas, para regresar tiempo después y recoger sus saldos. Al momento que las deja ilusionadas en un esplendor eterno ya sabe su destino resquebrajado ante el cual no puede intervenir. Retorna entonces a recuperar los residuos y empieza con ellos la metáfora.

La vivacidad de las imágenes está en su poética vaginal y en los atributos sucesivos de placer y vida que ésta representa. Desde la historia del arte, el cuerpo desplegado de El origen del mundo de Courbet aguarda el retorno del amante, pero no parece buscar su trascendencia más allá del encuentro; las fotografías de Etchepare se proyectan a un tiempo largamente posterior, a recoger la memoria tangencial del placer y la gestación, ahora ya pretéritos, para constatar sobre el territorio abandonado de aquellas instancias vitales, su noble y a la vez trágica fatalidad. Los homenajes visuales de Etchepare son así también castigos que infringe y a la vez recibe, como todo hombre triste, hijo y amante desplazado por el tiempo, que no puede dejar de evocar.

Mario Fonseca
Santiago, enero 2006