La patria en la distancia


Escena de video en "El penúltimo paisaje" de Cristóbal Lehyt

La locería de Pomaire ha sido siempre monocroma, básica, utilitaria, sin más atributos que la calidad de su manufactura. Chile es un poco así, su geografía cual angosto camino en pos del frío austral, desgranándose entre la cordillera más larga de la tierra y el océano más vasto del planeta, y su historia de simple frontera incaica y luego de Capitanía alejada de cualquier Virreinato insigne, coincide con el carácter de sus ocupantes sucesivos, más bien sencillos y llevados a cierta introspección pasiva que a manifestaciones extrovertidas o avasalladoras. Su principal riqueza material, surgida a poco de consolidarse como República, proviene de la minería, cuya eclosión en la costa y el desierto nortinos llevó a inventar la ciudad de Antofagasta para movilizar, a su amparo, primero el guano y luego la plata, el salitre y el cobre, prevaleciendo éste como su mayor fuente de ingresos hasta hoy. Y hoy es también que Chile se inserta en la globalización de los mercados, compartiendo dadivosamente su patrimonio y atomizando cándidamente su identidad.

Cristóbal Lehyt es un artista chileno de 35 años radicado en Nueva York que presenta en la Fundación Telefónica un tríptico que podría coincidir con estas especulaciones. En lo formal, su trabajo hace suyo el espacio de manera plena, con las tres obras apropiándose de las medidas variables de sus respectivos recintos y generando la atmósfera particular que les atañe, principalmente por medio de la luz. Con ello el artista dispone los escenarios en que cada acto despliega su argumento dramático al tiempo que contribuye paulatinamente a la nostalgia insondable en la que finalmente se sume la obra, donde la rabia inicial erige una pirca infranqueable de gredas, la evidencia subsecuente e incuestionable se atisba al interior de un container, y la resignación final proyecta sus últimos gestos al horizonte brumoso, en el cual una isla no es sino la confirmación de que la ignominia ya está aquí. La nostalgia de este penúltimo paisaje de Cristóbal Lehyt, que no da lugar al paisaje final pues su ocurrencia hará imposible relatarlo, no corresponde así sólo a la distancia emocional del artista de su patria lejana, sino también a la pérdida, manifiesta ya, de toda patria en el extrañamiento universal.

Cristóbal Lehyt – El penúltimo paisaje
Sala Fundación Telefónica
Providencia 111, Providencia
Hasta el 7 de junio

El Sábado 552 - Arte 361
09.04.09. (para publicar el 18.04.09.)