En suspenso


Texto para la
exposición "Lugares que nunca visité" de Rafael Edwards, Instituto Cultural de Las Condes, Santiago

Los espacios que presume Rafael Edwards están a punto de desplegarse; los acontecimientos, a punto de ocurrir. Unas veces más evidentemente que otras, pero la percepción es esa, de la inminencia de los hechos. Incluso en aquellas escenas en que nos muestra lo sucedido, en que la imagen nos anticipa el desenlace, él nos permite detenernos acá, de este lado, a punto. Eso parece salvarnos: hasta podríamos afirmar después, con el mayor alivio, que sabíamos que aquello no iba a suceder, o, con la misma soltura, que siempre supimos que sí ocurriría. Rafael Edwards tiene la capacidad de dejar la realidad en suspenso, y entonces, a partir de ese estado y casi imperceptiblemente, nos traslada hasta el borde mismo de la imagen adonde no nos queda más que preguntarnos ¿y si fuera cierto? ¿y si el espejo efectivamente parpadeara, si el cielo de pronto se prolongara linealmente hacia el infinito? Cuando pensamos en lo irreal, en lo “otro”, nuestra imaginación suele acudir a la manida iconografía de los efectos especiales y el morphing, tan asombrosos como efímeros. Pocas veces podríamos suponerlo quieto, tenue, blanco y negro, casi intangible, casi real, parecido a lo que nuestros ojos ven cada día, parecido a lo que los sueños apenas nos dejan recordar –hasta que una señal nítida nos confirma que las cosas no eran como las creímos, justo en el momento en que ya no podemos retornar. El encantamiento, el vértigo, el horror, todo sobreviene a continuación, al atravesar la imagen.

Mario Fonseca
Santiago, agosto 2003