Transiciones


Texto para la exposición "Transitions" de Pilar Ovalle, galería Sculpturesite, San Francisco, Estados Unidos

Al llegar al otro lado, la primera raíz se convierte en un ángel. Ha cruzado la Tierra; bajó del árbol que nunca termina y penetró la humedad de la capa vegetal, donde afirmó sus fuerzas, para luego continuar hacia el fuego del núcleo y traspasarlo convertida en apenas un hilo de savia, y desde allí finalmente ascender, en un último esfuerzo, a dar vida a las alas.

Me dices que toda historia memorable es así: una gesta alucinada donde el espíritu se juega su inmaterialidad dando vida a quien la puede dar a su vez; los sueños son así, las razones del dolor también. Yo escucho, grave, unas palabras que imagino pero no alcanzo a comprender desde mi materia dura labrada con herramientas perseverantes. No importa, respondes con tus cabellos entramados, a nadie le obliga nada salvo aceptar la pauta natural; no pienses.

El oráculo se despliega desde la matriz con sus facetas espirales vinculando todo aquello que estamos viendo o por venir en su amplio abrazo del conocimiento. Explica los viajes de las raíces que descienden para emerger, iluminando nuestra pobre fantasía de apenas dos o tres dimensiones, mientras distribuye los astros por cuya maravilla irán guiadas las naves en su derrotero.

Y zarpa la flota, como la de Eneas y los últimos troyanos, a lograr por el mar de las vicisitudes humanas el destino que alcanzó aquella primera raíz, llevada por una sabiduría de la cual nada se sabe mas todo se percibe. Navegan en las barcas la escultora y los tres suyos, anhelantes y pasmados y asombrados y no obstante confiados en la silueta que lentamente asoma en el nuevo horizonte.

Mario Fonseca
Santiago, septiembre 2006