De la emoción en la forma
De arriba abajo: obras de Aura Castro, Paola Vezzani (detalle) y Norma Ramírez
Los cantos a la mujer chilena pueden elevarse plenamente hasta la escultura. Una docena de artistas de calidad, originales y vigentes, no tienen equivalente en número con la escultura masculina, aportando obras de iguales dimensiones y peso, a las que incorporan una sensibilidad exclusiva respecto al otro género. Aura Castro, Paola Vezzani y Norma Ramírez despliegan su vitalidad sin ambages para manifestar a través de lenguajes distintivos, enraizados en cada una, procesos emocionales e intelectuales que aluden a la defensa valórica ante una sociedad intrascendente, la evocación inquieta de un territorio en fuga, o el homenaje a la vida que están facultadas a dar.
En el hall de entrada del Museo Nacional de Bellas Artes, Castro presenta seis piezas de gran tamaño realizadas con planchas de acero que ha domesticado hasta lograr laberintos precisos que separan universos intangibles de la banalidad desechable, emergiendo cual fortalezas atractivas a la vez que inexpugnables. El conjunto, que no luce pleno como ocurriría en el exterior del Museo, asemeja también un manojo de amuletos gigantescos concebidos para conjurar los poderes fatuos, que nos agobian por más que anticipemos su finitud. Vezzani dispone en la galería de Patricia Ready un paisaje escaso y desolado como las llanuras patagónicas, donde los juegos de luz se suceden a la manera del cielo y el clima de la zona. Troncos tratados por el viento y las aguas deshojan helechos de metal o guardan memorias impresas entre sus vetas, así como relojes detenidos, mapas de rutas inconfesables, plumas, en fin, cuyo peso puede superar en cientos de veces el de un trozo de madera. Son los hitos emotivos de ilaia, palabra que para los habitantes más australes del mundo significaba aún más lejos, más al sur. Rezumar las energías que hasta aquí nos han impregnado requiere un ritual; remitirse a lo esencial que precede todo acto perceptible demanda una levedad molecular tal que permita atravesar la forma si alterarla ni ser alterada. Que no sea sino un acto de voluntad lo que dé la vida, como en mon, la fertilidad latente dispuesta por Norma Ramírez en la galería Artespacio. Un dosel cuyo umbral a veces ni el aire sabe cómo cruzar.
Aura Castro
Museo Nacional de Bellas Artes
Parque Forestal s/n, Santiago
Hasta el 4 de enero
Paola Vezzani
Galería Patricia Ready
Espoz 3125, Vitacura
Hasta el 31 de enero
Norma Ramírez
Galería Artespacio
Alonso de Córdova 2600, Vitacura
Hasta el 3 de enero
El sábado 536 – Arte 345
19.12.08. (para publicar el 27.12.08.)